Pensar filosóficamente la Democracia

Tradicionalmente la filosofía política se preocupó por describir distintas formas de gobierno y por dilucidar cuál de ellas resulta más aconsejable o cuál goza de mayor legitimidad. Sin embargo, el aparente consenso alcanzado -a partir de la década de los cincuenta en adelante- entorno a la forma de organización democrática como la mejor forma de gobierno, o al menos la menos mala, parecía hacer superflua cualquier ulterior reflexión sobre el tema.

No obstante, poco tiempo después y en la actualidad somos testigos de un gran resurgimiento de toda la filosofía práctica en general, entre ellas con gran auge la preocupación política, con el interés de ofrecer orientaciones para la acción humana. En tal sentido, vemos un resurgir de las discusiones, problemáticas y enfoques de la teoría política en general.

Es sabido que la encarnación de la democracia en los distintos países, ha ido sacando a la luz sus dificultades, insuficiencias y contradicciones. Por consiguiente, un abordaje filosófico de la democracia, necesariamente deberá iniciarse por un recorrido histórico, desde el mundo clásico greco-romano hasta la actualidad. Desde el Gobierno de "muchos" o gobierno "popular" y las críticas a este sistema por parte de Platón y Aristóteles. (Tipologías de gobiernos). Crítica al concepto "exclusivista" de ciudadanía antigua, la consideración moderna de una democracia liberal, la democracia social, etc., hasta las actuales críticas al sistema democrático.